sábado, 24 de septiembre de 2011

Octavo deseo


Eso, siempre juntas, unidas.
Que nada ni nadie se atreva a entorpecer nuestro camino porque no lo conseguirá.
Eres tú la luz que me despierta cada mañana y no el sol. Y eres tú quien forma mis músculos para poder levantarme y empezar un nuevo día, pero solo junto a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario