lunes, 26 de abril de 2010

La verdadera felicidad

Quiero Todo y Nada.

Todo incluye las cosas malas y Nada me deja con el anhelo de las buenas.

Todo era una persona avariciosa, prepotente, con afán de liderazgo y muy fría. Sin embargo, la dulzura y la paciencia de Nada se agradecía en los malos momentos, así como también su templanza, sus ganas de hacer cada cosa como si fuese lo último que haría.
Un día, por casualidad (o quizás escrito estaba), Todo y Nada se encontraron de camino a palacio, pues iban a hablar con el rey.
T-¿A dónde crees que vas?
N-Al mismo sitio que tú, o ¿es que te crees privilegiado?
T-No me lo creo, lo soy. Tú, en cambio, no eres más que un simple bicho, bueno, ni eso, tu propio nombre te define muy bien.
N-El tuyo también, que al final tanto tanto...

Una vez en el gran salón, sentado el rey en su trono, rodeado de consejeros y plebeyos, habló:
R-Y bien, ¿qué queriáis?
T-Yo primero, pues soy superior a esta insignificante mota de polvo en el aire. Sé que, sin ánimo de ofender, soy el más poderoso en todo este gran mundo, pues todo lo tengo y todo lo soy, pero hay algo que me gustaría tener y que por error en los genes de mis progenitores (que no llegaban a la perfección como yo) no tengo.

*Ohhh!-exclamó toda la sala*

R-Hmm...¿De qué se trata?
T-Mujer, una mujer, quisiera tener el amor y el cariño de una mujer a mi lado.
R-Eso es fácil, ahora te sacaré a mis queridas hijas para que elijas a una de ellas. Pero antes, Nada, dime qué es lo que quieres tú.
N-Sé que siempre se me ha considerado inferior a todo el mundo, todos me habéis juzgado por mi nombre y porque en realidad no tengo nada. Soy pobre, trabajo en el campo, y lo poco que recibo de mi capataz se lo tengo que dar a su majestad. Sufro de una dolencia en la pierna que me impide estar muchas horas de pie a pesar de que paso 13h al día en las tierras. La casa en la que vivo pude hacerla con unas maderas que encontré un día. Tengo 6 hijos y uno murió el pasado mes ya que fue un parto muy duro en el que casi muere mi mujer. Ésta ha quedado estéril y no podremos tener más hijos. No puedo alimentar a mi familia como podrá comprender por la situación que le describí anteriormente. Pero, soy tan feliz cuando veo a mis hijos sonreír y abrazarme cuando llego a casa al atardecer, cuando mi mujer me da todos los besos que puede y duerme a mi lado acurrucada como si de un bebé se tratase, cuando me levanto cada día y sabe Dios lo que me depararán los campos, cuando mi capataz me regala cestas de frutas, pan, queso y leche...Así que por eso venía yo a pedirle a su majestad que sí podía regalarle un poco de mi inmensa e infinita felicidad a Todo.

1 comentario:

  1. Tener todo material significa no tener nada.

    Texto inteligente (L).

    ResponderEliminar