jueves, 29 de abril de 2010

El hombre que lo pagó todo.

Caminando por aquel sendero me encontré con una liebre.
La dije: "¿Qué haces por aquí pequeña?, pues llevaba cinco días sin darme el placer de interactuar con otro ser vivo aparte de conmigo misma, algo que hacía muy a menudo. Hablar con uno mismo puede volverte neurótico perdido o hacer que descubras cosas tuyas que ni habrías podido imaginar que tendrías. Por ejemplo yo pude ver cómo reaccionaba al encontrarme con una liebre en medio de la nada después de varios días. Hablar con ella. Eso fue exactamente lo que hice. Hablé con ella como si de un ser humano se tratase, ya que interpretaba sus movimientos y los traducía a nuestro idioma. Lo peor fue cuando se dio media vuelta y fue detrás de una mariposa a toda prisa...esta fue mi interpretación:
Yo-...porque resulta que como el otro día había ido a...
Liebre- que sí maja que sí...pero que soy libre y no quiero atarme a nada...-se dio la vuelta y fue detrás de una mujer alta y hermosa con una minifalda negra y una camisa blanca, tipo ejecutiva.

Seguí con lo mío. Con mi camino. Aquel sendero que nunca acababa, sólo veía el horizonte aquel donde el sol ya empezaba a meterse en casa...Y de pronto...
¡Oh mis ojos! Una luz me cegó.
* Oyeeee quieres apagarla???
- Perdona creí que no iba a encontrar a nadie a estas horas por estos parajes...
* Lo mismo pensé yo, por eso vine aquí ¬¬
- Bueno, que pases buena noche entonces...

Vi cómo se alejaba y me dije para mis adentros :"nunca viene mal alguna compañía...sino mira la liebre...además era tan guapo..."

* Oyeee oyeeee
Se dio la vuelta.
- ¿No decías que no querías compañía?
* Compañía no, pero sí un desahogo.
- Entonces podré hacer esto...-me cogió la cara con las manos y me dio un beso dulce y prolongado en la boca.

Eran las 8 de la mañana. Pasamos una noche movidita e inolvidable. Fue como si llevásemos juntos toda la vida. Pero sin embargo yo ya quería levantarme y seguir con mi camino. Andando sin rumbo fijo.

Ahora entiendo a la mariposa. =)

lunes, 26 de abril de 2010

La verdadera felicidad

Quiero Todo y Nada.

Todo incluye las cosas malas y Nada me deja con el anhelo de las buenas.

Todo era una persona avariciosa, prepotente, con afán de liderazgo y muy fría. Sin embargo, la dulzura y la paciencia de Nada se agradecía en los malos momentos, así como también su templanza, sus ganas de hacer cada cosa como si fuese lo último que haría.
Un día, por casualidad (o quizás escrito estaba), Todo y Nada se encontraron de camino a palacio, pues iban a hablar con el rey.
T-¿A dónde crees que vas?
N-Al mismo sitio que tú, o ¿es que te crees privilegiado?
T-No me lo creo, lo soy. Tú, en cambio, no eres más que un simple bicho, bueno, ni eso, tu propio nombre te define muy bien.
N-El tuyo también, que al final tanto tanto...

Una vez en el gran salón, sentado el rey en su trono, rodeado de consejeros y plebeyos, habló:
R-Y bien, ¿qué queriáis?
T-Yo primero, pues soy superior a esta insignificante mota de polvo en el aire. Sé que, sin ánimo de ofender, soy el más poderoso en todo este gran mundo, pues todo lo tengo y todo lo soy, pero hay algo que me gustaría tener y que por error en los genes de mis progenitores (que no llegaban a la perfección como yo) no tengo.

*Ohhh!-exclamó toda la sala*

R-Hmm...¿De qué se trata?
T-Mujer, una mujer, quisiera tener el amor y el cariño de una mujer a mi lado.
R-Eso es fácil, ahora te sacaré a mis queridas hijas para que elijas a una de ellas. Pero antes, Nada, dime qué es lo que quieres tú.
N-Sé que siempre se me ha considerado inferior a todo el mundo, todos me habéis juzgado por mi nombre y porque en realidad no tengo nada. Soy pobre, trabajo en el campo, y lo poco que recibo de mi capataz se lo tengo que dar a su majestad. Sufro de una dolencia en la pierna que me impide estar muchas horas de pie a pesar de que paso 13h al día en las tierras. La casa en la que vivo pude hacerla con unas maderas que encontré un día. Tengo 6 hijos y uno murió el pasado mes ya que fue un parto muy duro en el que casi muere mi mujer. Ésta ha quedado estéril y no podremos tener más hijos. No puedo alimentar a mi familia como podrá comprender por la situación que le describí anteriormente. Pero, soy tan feliz cuando veo a mis hijos sonreír y abrazarme cuando llego a casa al atardecer, cuando mi mujer me da todos los besos que puede y duerme a mi lado acurrucada como si de un bebé se tratase, cuando me levanto cada día y sabe Dios lo que me depararán los campos, cuando mi capataz me regala cestas de frutas, pan, queso y leche...Así que por eso venía yo a pedirle a su majestad que sí podía regalarle un poco de mi inmensa e infinita felicidad a Todo.

sábado, 24 de abril de 2010

Sant Jordi


Así que Sant Jordi.

Me encantaría recibir un libro y una rosa. Pero oí en las noticias que las rosas eran para los hombres y los libros para las mujeres. Yo preferiría una rosa, roja, porque si negra no puede ser...

El próximo año me gustaría ir si mi economía me lo permite.
Me gustaría ir para ver la preciosa ciudad de Barcelona y sus Ramblas, para ver la cantidad de libros que son expuestos allí y algunos de sus autores...¿o para ver a alguien?
Por esto último espero que no sea. Por favor, no.

Mientras tanto, aquí en Castilla y León, se celebraba el día de Villalar, la famosa Guerra de las Comunidades. Ir a Villalar a pasar el día...a acampar...Personalmente no me va la idea. Prefiero el ambiente barcelonés.